Despidos impactarán los derechos humanos

El capítulo puertorriqueño de Amnistía Internacional pidió al gobierno que evalúe el impacto que tendrá sobre los derechos humanos el despido de más de 30,000 empleados públicos.

El director ejecutivo de Amnistía Internacional en la Isla, Pedro Santiago, dijo enteder la necesidad del Estado de procurar un presupuesto balanceado, pero afirmó que ello nunca debe estar por encima de las necesidades básicas de las personas.

“El derecho a la educación, a la vivienda, al acceso de servicios de salud de excelencia, así como a un trabajo que nos dignifique, deben encabezar la lista de prioridades de cualquier país”, sostuvo en un comunicado.

Destacó que el artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.

A su juicio, la crisis fiscal no debe ser pagada sólo por las familias de los 30,000 trabajadores que el gobernador Luis Fortuño amenaza con despedir. “Como país debemos ejercer el ejercicio de la solidaridad con estas 30,000 familias y distribuir el peso de este sacrificios entre todos y todas, incluyendo y recalcando los sectores con mayores recursos económicos, como son las empresas, el sector financiero, el de la construcción y las familias de mayores ingresos”, manifestó.
Alfonso Román, coordinador del Comité de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Amnistía Internacional en la Isla, resaltó que estos despidos no solo agravarán la situación económica de estas familias, sino que debilitará toda la economía que se mueve alrededor de ellas.

“Recordemos que esta familias que perderán sus empleos, en muchos casos perderán el 100% de sus ingresos, con los agravantes psicológicos y emocionales que esto implica”, expresó.
Fortuño ha estimado en más de 30,000 la cifra de trabajadores que dejarán en la calle para que el gobierno pueda economizar 2,000 millones de dólares anuales.

Fuente: El Vocero (1 de mayo de 2009)