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Este blog tiene como propósito fiscalizar este gobierno anti-obrero del PNP, quienes se basaron en mentir a este pueblo con promesas que no pueden cumplir y manipular las elecciones generales del 2008 junto a la
Corte Federal. ¡Ya nos cansamos de sus mentiras! ¡Basta ya!

Unidos en oración por William Miranda Marín

Seguimos unidos en oración por nuestro Honorable Alcalde de Caguas, William Miranda Marín, quien está respondiendo bien a su tratamiento y está muy positivo. Le enviamos un fuerte abrazo a él y a su familia.

jueves, 28 de mayo de 2009

Frente a un hombre libre: Aníbal Acevedo Vilá

El 20 de marzo de 2009 es una fecha clave en el calendario de vida de Aníbal Acevedo Vilá. Fue el momento que marcó el antes y el después de un proceso largo y escabroso de investigaciones, acusaciones y juicio. Fue el día en que trituró sufrimientos y ansiedades que lo acompañaron, junto a su familia, por largo tiempo.

Ya han pasado poco más de dos meses desde que ese día un jurado encontró inocente a Acevedo Vilá de los nueve cargos federales que pesaban en su contra. Uno pudiera pensar que vive de lamentaciones por lo que pasó, pero, no es así. Tomó otro rumbo: decidió enterrar cualquier pizca de rencor, dejar atrás a sus acusadores y retomar su vida con una nueva dimensión de esa experiencia calcada en su ser.

“Todo eso fue un proceso en el que, obviamente, yo sufrí, me creó ansiedad. Más que nada, yo sufría y me creaba ansiedad porque veía a mis familiares y amigos sufriendo. Yo creo que le hicieron un daño terrible y lo sufrí como padre, como hijo, como esposo, como amigo. Pero, ese sufrimiento y esas ansiedades nunca impidieron, ni cuando era gobernador ni luego ya durante el juicio, que como puertorriqueño me enfrentara a esta situación y nunca quitarme... en lo que a mí respecta, ya yo los dejé atrás”, reflexionó Acevedo Vilá.

¿Qué significa para usted el 20 de marzo de 2009?
Fue el día cuando quedó concretizado en los hechos y en la conciencia del pueblo puertorriqueño que siempre les había dicho la verdad.
El ex gobernador decidió conceder a Primera Hora la única entrevista a fondo tras su absolución. La confirmó hace tres semanas y el lunes nos reunimos. Llegó puntual y acompañado de su hija Gabriela.

Lucía relajado y así estaba.

“Me siento muy tranquilo... cómodo en esta etapa de mi vida”, dijo.

¿Se compró los tenis que le dio la gana?
Bueno, me pongo los tenis que me da la gana. No me he comprado ninguno... sí, un popular en una de las actividades públicas de recaudación (para pagar su defensa)... me regaló unos tenis y me los he puesto.

¿Pero son fashion o no?
(Se ríe) No sé... más que uno ponerse los tenis es ese sentido de libertad... de la misma forma que controlo mi calendario, me pongo la ropa que me dé la gana y me tiene sin cuidado si a alguien le parece que está bien o está out of fashion.

¿A qué se está dedicando?
En términos profesionales, me estoy dando todas las opciones; todavía considerando diferentes alternativas. Estoy haciendo unos trabajos de consultoría... no sólo en leyes, en asuntos de política pública, asesoramiento en algunas áreas federales... estoy escribiendo un libro.

¿De qué es el libro?
Va a ser una reflexión de mis cuatro años como gobernador, reflexión de lo que pasó durante el cuatrienio y, en la medida de lo posible, unas aportaciones al futuro del país.

¿No tiene que ver con el juicio federal?
No es sobre el juicio ni sobre la investigación... escribir sobre el juicio, si lo hago, sería un proyecto futuro, no ahora.

Y es que Acevedo Vilá cree que todavía hay que darle tiempo al tiempo para “asimilar” las consecuencias de este proceso. Tiempo a él, pero especialmente al país, dijo.

El veredicto
Ir atrás en el tiempo y tocar los detalles de ese día crucial en su vida no fue fácil. Es una etapa que quiere cerrar y moverse adelante. Pero, sin duda, Acevedo Vilá tiene aún vivas las sensaciones y las imágenes que su retina captó antes y después del veredicto que siempre supo y sintió: inocente.

Fue un día largo e intenso. Cuando el jurado se retiró tras las instrucciones del juez Paul J. Barbadoro, la cuenta regresiva comenzaba.

Junto a su familia, salió del tribunal y se fue a almorzar. Luego, se retiró a su casa en Río Piedras. Llevaron a su madre Elba Vilá a su residencia. El reloj corría.

“Estaba la familia completa. Sí te puedo decir que una de las cosas que a mí me dio más paz en todo el proceso, pero especialmente al final, es que Gabriela estuvo conmigo, que Juan Carlos, mi hijo, estuvo conmigo, y que toda la familia estuvo allí”, dijo el ex gobernador.

Fuente: Primera Hora (28 de mayo de 2009)

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