Tras cumplirse la amenaza de despido de empleados publicos, el primer ejecutivo, Luis Fortuño, defendió esa acción señalando que no tenía otra alternativa, y que él no es el culpable de lo que está sucediendo, sino la pasada administración.
“Sé que el proceso es bien difícil. A nadie le agrada pasar por esto. Nos tocó a nosotros recoger los platos que rompieron otros. Los culpables están en Puerta de Tierra”, dijo refieriéndose al gobierno del Partido Popular.Acerca del informe sobre amenazas de bombas que se habrían recibido en algunas agencias de gobierno, Fortuño dijo que se trata de “personas inescrupulosas”, y que eso constituye una violación de ley federal.
“No es juego. Que les caiga todo el peso de la ley si pueden ser identificados”, sostuvo en conferencia de prensa.En un encuentro con periodistas en Fortaleza, el Gobernador se reiteró en todo momento en que su gobierno atenderá “con sensibilidad” a los que hoy se anunció que se quedarán sin empleo.
“No es juego. Que les caiga todo el peso de la ley si pueden ser identificados”, sostuvo en conferencia de prensa.En un encuentro con periodistas en Fortaleza, el Gobernador se reiteró en todo momento en que su gobierno atenderá “con sensibilidad” a los que hoy se anunció que se quedarán sin empleo.
Presentó una serie de iniciativas para atender sus necesidades, tanto sicológicas, como económicas durante el proceso para reinsertarse en el mundo del trabajo.
Acerca de los alrededor de 5,000 maestros transitorios que se quedarán sin empleo, ayer se indicó que ese número “no es definitivo”.
Acerca de los alrededor de 5,000 maestros transitorios que se quedarán sin empleo, ayer se indicó que ese número “no es definitivo”.
Que los empleados regulares, por ley tienen más derechos que los transitorios, y estos últimos tenían que ser incluidos primero en el plan de reducción de nomina.
Se reconoció que el Departamento de Educación necesitará maestros transitorios a partir de agosto, pero no se anticipó cuántos. Todo dependerá de las “necesidades” de la matrícula, dijo el secretario del Trabajo, Miguel Romero.
Fuente: Primera Hora (29 de mayo de 2009)
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