Miles de creyentes marchan en silencio, en solidaridad con los trabajadores públicos. En silencio y al son de campanadas, miles de creyentes de diferentes denominaciones religiosas marchan desde el Parque Luis Muñoz Rivera hasta el Capitolio en solidaridad con los más de 30,000 empleados públicos que serán cesanteados este año, como ha anticipado el gobernador Luis Fortuño.
Padres y niños de distintas partes de la Isla se han unido a esta marcha en oración, que comenzó a eso de la 1:30 p.m. El acto está organizado por la Coalición Ecuménica e Interreligiosa de Puerto Rico.
El reverendo Ángel Rivera, secretario ejecutivo del Concilio de Iglesias de Puerto Rico, sostuvo que esta marcha es diferente, pues carece de consignas y carteles ofensivos. Sólo tiene el propósito de interceder tanto por las familias trabajadoras que perderán sus ingresos, como por el gobierno y la unidad del pueblo puertorriqueño.
“Estamos en solidaridad. Somos cristianos y tenemos que orar por el País”, manifestó el reverendo Rivera. “Estamos rogando por sabiduría para que el gobierno se abra al diálogo y permita lograr soluciones dignas y justas ante la crisis económica que vive el País”.
Representantes de seis colegios católicos que van a cerrar operaciones se unieron al acto.
Una vez en el Capitolio, la agenda de los manifestantes era sencilla: unirse en oración y entonar cánticos.
Fuente: El Nuevo Día (2 de mayo de 2009)
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